Corría el año 1973 y el genial músico tendría alrededor de unos 20 años de edad cuando publicó este trabajo, que sería el principio de una carrera impresionante que llega hasta nuestros días, obviamente con sus normales altibajos.
Por lo que cuentan, las composiciones del disco ya las tenía en la cabeza desde los 17 años, dándoles forma hasta su edición definitiva unos años después. Mike visitó con su maqueta diversas discográficas, pero ninguna de ellas demostró demasiado interés en su publicación, hasta que Richard Branson se cruzó en su camino y le ofreció la posibilidad de plasmar su maqueta en un disco, estaba naciendo Virgin Records.
La obra se compone de dos largas composiciones, lo que en tiempos de los discos de vinilo sería la cara A y la cara B. El disco fue un gran éxito desde el primer momento, escalando los primeros puestos de ventas durante muchas semanas, consolidando a la casa discográfica y convirtiendo a Mike en millonario con apenas 20 años.
Lo suyo sería poner la obra entera, pero como seguro que todos vosotros ya la conocéis de sobra, me limitaré a poner un fragmente de la misma, probablemente el más conocido por formar parte de la banda sonora de la exitosa película de terror El Exorcista.
